ELOGIO DEL GREGARIO
Roberto Benito
Marcan el ritmo para sus líderes, les prestan sus bicicletas, van a por bidones, comida o ropa. Muestran el camino y vislumbran los peligros antes que nadie. Son maestros y alumnos; siempre dispuestos a enseñar y aprender. Se emocionan con los éxitos, aunque sean de otros. Son una especie que nunca estará en peligro de extinción porque el ciclismo es un deporte de equipo.